La amante alemana sabe lo que necesita su esclava. Porque el hombre sumiso de la máscara de gas tiene un fetiche extremo por el papel de aluminio. Y por eso su dominatriz con un vestido de látex juega con el sumiso. Porque hoy la servidumbre por láminas está de moda. El esclavo está envuelto en una película adhesiva de modo que solo asoma su cola. Y mientras lo monta la amante BDSM, la mujer dominante mantiene cerrada la abertura de la máscara de gas para que el hijo de puta lo deje sin aliento.
Filmado en privado en:
Genial porque a mi también me gustaría ser una esclava