La amante alemana deja que su esclava le lama los pies hoy. Porque al hombre sumiso con podofilia simplemente le encantan los pies y los mima mucho. Mientras tanto, la dominatriz rubia enciende un cigarrillo porque está aburrida. Pero el fetichista no se rinde y juega con los sexys pies y dedos de la mujer dominante. En algún momento la amante se harta y utiliza al fetichista de pies como estante.
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