Los vecinos alemanes tienen una cosa en común. A todos les encanta balancearse. Por eso los aficionados alemanes se reúnen periódicamente para celebrar fiestas sexuales privadas. Y las cosas siempre se ponen calientes. Porque en un cuarteto las dos parejas maduras no sólo se follan entre sí, sino que también intercambian parejas. Porque eso es lo que pone realmente cachondos a los sucios matrimonios, y las dos amas de casa también se divierten juntas. La mujer natural simplemente sabe cómo funciona.
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